Las paellas del Caribe llevan nombre vinarocense: Neus Caballer Gil

Cambió de país, cambió el periodismo por la gastronomía y acertó de lleno, a tenor del cargamento de experiencias positivas que nos cuenta mediante videoconferencia la vinarocense Neus Caballer Gil desde el Caribe (concretamente, Playa del Carmen, México). Si la paella española tiene buena fama en México, en parte hay que agradecérselo a Neus porque sus servicios como “paellera freelance”, si se puede permitir esta expresión, son requeridos en numerosas fiestas y celebraciones.

Era redactora en Valencia de un prestigioso diario español y forzada por la crisis, decidió acogerse el ERE de su empresa periodística y marchó hace tres años a este país norteamericano, aprovechando que allí tenía ya una casa, comprada en sus anteriores estancias, donde ejerció como corresponsal. En realidad, Neus ha pasado casi media vida en México, acaba de cumplir 51 años y llegó allí por primera vez con 26, para hacer prácticas en Guadalajara, para su periódico. “Siempre me ha gustado este país por eso compramos hace diez años una casa y cuando la situación económica empeoró en España, aquí nos venimos hace tres”. En su juventud, estudió Filología hispanoamericana y cuando estaba haciendo el Doctorado, prefirió dejarlo para hacer el máster de su periódico.

Cuando estuvo inicialmente en México, en el año 1993 se hizo cargo de la corresponsalía de su diario. Así continuó hasta el 1998 cuando volvió a España para incorporarse a la edición valenciana, en la capital del Turia. En el año 2012, el ERE cambió su vida y la de su esposo, que también era periodista de ese diario. De pequeña Neus, ya soñaba con vivir en el Caribe. Playa del Carmen está en el sureste mejicano, a 75 km. al sur de Cancún. En este verano la temperatura rozaba los 40 grados y la humedad supera el 80 por ciento.

“Es un clima tropical, hay que adaptase a este clima pero a mí me gusta, pues el frío no me va, aquí tengo muchos amigos, y aquí se ha criado mi hijo, que es totalmente bilingüe (habla un inglés perfecto( y el próximo curso empezará a estudiar en el colegio donde lo hizo Octavio Paz”. Neus cambió las letras y el ordenador por la cocina y no le falta trabajo. Se dedica a preparar paellas para fiestas privadas, cumpleaños, bautizos “y lo que tú quieras, me traje paelleros de todos los tamaños, incluso en día de Navidad he estado cocinando paellas por encargo”. Le resultó complicado poder hacer paellas a su gusto, porque “aquí todo es diferente, el agua, el arroz… como no hay conejo, pongo costillitas, pollo y camarón”. Lo de las paellas le viene de familia, “mi tatarabuelo ya las hacía muy buenas”.

Playa del Carmen se creó como municipio hace solo una veintena de años y no le falta el lujo, se pueden encontrar hoteles de grandes cadenas y las marcas comerciales más lujosas, “es como la Niza de la Riviera maya, como Niza en la Costa Azul, hay mucho turismo y ha subido muchísimo la vida, te sale un 30 ó 40 por ciento más caro que en el resto de México, pero merece la pena, es muy tranquilo, tiene muy buenas playas, se come muy bien…”. Prácticamente todos sus habitantes son de otras regiones mexicanas o extranjeros, “hay muchos directivos españoles y mexicanos que vienen de otras partes porque aquí hay futuro”.

Hay centenares de miles de personas residentes temporales, es sobretodo turismo norteamericano, abundan por ejemplo los canadienses, que compran casa en Playa del Carmen y pasan seis meses mientras en Canadá hace frío extremo. “Prácticamente no hablo español en todo el día, básicamente inglés y francés, también italiano porque la quinta avenida está llena de comercios italianos que han sabido sacer brillo a la ciudad”.

El esposo de Neus, Miguel Olivares se dedica a vender el aceite que se produce en la cooperativa Acomont del Baix Maestrat, que recoge la cosecha de diferentes poblaciones. “Está vendiendo muy bien en los restaurantes más atractivos en Ciudad del México, donde hay mucho locales y chefs”. También aprecian en la capital mexicana el aceite milenario del territorio del Sénia, “casi un centenar de restaurantes lo usan, aunque es caro sobre todo por la aduana, lo que hace que lo comercialice en pequeñas cantidades”. “Antes pensábamos que uno nacía, crecía y moría en el mismo lugar, pero no es así, muchos de los periodistas nos acogimos al ERE de mi periódico para dedicarnos a otra cosa, nos podemos reinventar, con ganas y un poco de imaginación” decía finalmente, mientras nos volvía hablar de su hijo Albert para destacar que a sus 14 años ya viaja solo por el mundo (en el momento de elaborar este reportaje está en Vinaròs mientras sus padres siguen en México).

Una película chilena con sonido vinarocense

A Vinaròs, de turismo, desde Santander en bicicleta

Desde hace ya 20 años, el cántabro Nacho Gutiérrez Castellanos acude de Loredo (Santander), donde reside, hasta la localidad de Vinaròs. Desde pequeño, lo hacía normalmente con sus padres, que acuden a la capital del Baix Maestrat a pasar las vacaciones en verano.

Años después, lo hace con su mujer y sus hijos, con quienes acude al chalet que tienen sus tíos en la costa sur de la ciudad. Durante estas dos décadas, lo había hecho siempre en coche o en tren. Sin embargo, a Nacho hacía tiempo que le rondaba por la cabeza realizar el recorrido en bicicleta.

Este verano se marcó el reto y ha recorrido sobre dos ruedas todo el trayecto. Para ello, lo primero que hizo fue estudiar al detalle el recorrido y, posteriormente, adquirir una bicicleta técnica adecuada para terminarlo en las mejores condiciones, además de armarse de valor.

Salió solo desde Fontibre (Reinosa), la cuna del río Ebro, en la provincia santanderina, con su BTT y siguió toda la conocida ruta G-R-99, un trayecto senderístico popular por ser el camino natural del río más caudaloso de España, que pasa por las comunidades autónomas de Cantabria, Castilla y León, País Vasco, La Rioja, Navarra, Aragón y Cataluña. El trayecto, que consta de 42 etapas, llega al término de Tortosa, para coincidir también con el camino de Santiago del Ebro.

La distancia recorrida fue de casi 1.000 kilómetros y la completó en seis días de viaje, con cinco pernoctaciones siempre en albergues de la misma carretera. En un principio, las montañas cántabras fueron las que le ofrecieron cierta dificultad, ya que tenía que escalarlas con el peso que llevaba en las alforjas de avituallamiento de la bici, pero luego el camino resultó bastante más llano y más sencillo de recorrer.

MUCHO CALOR

 El calor fue sin duda su peor enemigo, y recalca que siempre iba en solitario, pues en esta época del año la gente, tanto los ciclistas como los caminantes, no suelen frecuentar tanto estos parajes, a pesar de ser rutas bastante conocidas y disfrutadas por los senderistas. Llegado a Vinaròs, le esperaban con impaciencia su esposa, y también sus hijos, con los que terminó de pasar el resto del periodo vacacional. Todos juntos en el marítimo chalet en Cala Puntal, ubicado en la zona turística sur. Fue el momento de disfrutar al máximo de la costa vinarocense, de sus playas, su gastronomía, la familia y sus amistades. La vuelta a su casa en Santander será, eso sí, en vehículo y con toda la familia al completo a bordo.

Un estudi evidencia mancances als hospitals per als cuidadors de malalts crònics

Un estudi del Grup de Recerca en Infermeria Avançada del Departament d’Infermeria de la URV posa de manifest que els cuidadors de pacients amb malalties cròniques veuen els hospitals com a centres que no estan dissenyats per a ells i consideren que els mecanismes que s’utilitzen per satisfer les seves necessitats posen en perill la seva privacitat, la salut i la convivència.

Els autors del treball, Gerard Mora, Carme Ferré i Pilar Montesó, exposen que cal reorganitzar el disseny d'hospitals i el procés d'atenció per adaptar-los a les necessitats dels cuidadors, per aprofitar-los com a recurs, ja que en l’estudi també s’enumeren tota una sèrie d’activitats que duen a terme els cuidadors i que ajuden els professionals. L’objectiu d’aquest estudi, que ha estat publicat a la revista Applied Nursing Research, ha estat explorar i comprendre l’experiència del procés d’adaptació dels cuidadors familiars als hospitals. Ha estat un treball qualitatiu basat en les experiències de vida de cuidadors de malalts crònics de l’Hospital Verge de la Cinta de Tortosa.

Concretament, s’han entrevistat en profunditat nou cuidadores familiars de diverses unitats d’aquest hospital. La principal conclusió és que els hospitals no han estat dissenyats per donar cabuda als cuidadors. Tot i que només són transferibles a contextos culturals similars, els resultats d’aquest treball són rellevants per a l’assistència sanitària catalana i, segons els investigadors, caldria reflexionar sobre la cura de la família a l’hospital. Hi tenen una presència activa i són invisibles per al sistema sanitari. No obstant això, s’utilitzen com a recurs i fan tasques relacionades amb la nutrició, la higiene, la comoditat i el suport al pacient, moltes de les quals no poden ser dutes a terme per professionals de la salut. Per això consideren que cal reorganitzar el disseny d’hospitals i el procés d’atenció per adaptar-los a les necessitats dels cuidadors, a fi d’aprofitar aquest recurs, important per a la cura. “Es tracta de canviar alguns protocols i normes, ja que és contradictori que els fem fora de l’habitació quan fem una cura o passem visita si després a casa són ells els que s’han de fer càrrec del pacient. També de buscar un espai per al seu benestar com sales de descans que ja existeixen a alguns hospitals d’Andalusia”, apunta Gerard Mora, un dels autors. “Això augmentaria tant l’eficiència del model d’atenció i reforçaria l’autoestima dels cuidadors familiars”, afegeix.

Siete fotógrafos integran el equipo de cazapaisajes de Els Ports

Un grupo de siete fotógrafos se ha convertido en el equipo de cazapaisajes de Els Ports. Su misión es sacar a relucir un patrimonio muchas veces olvidado y desconocido, pero con un encanto a reivindicar y promocionar.

La noche es su principal hábitat y han plasmado ya su trabajo en la exposición La nit dels Ports, que triunfó en el último Aplec, y se han organizado bajo la marca Alberedes 52, en homenaje al pueblo abandonado de Portell. Su impulsor fue Miquel García-Donas que consiguió que David Gil, Marc Prades, Victoria Pitarch, Eva Troncho, Eduardo Manero y Miguel Ángel Troncho se unieran a la búsqueda de imágenes mediante quedadas por la noche en los 17 municipios de la comarca. “Hace año y medio hicimos un curso de fotografía nocturna en Cinctorres.

Hasta entonces, cada uno de ellos hacía fotos por su lado, los pude juntar a todos y nació este colectivo que se reúne los fines de semana, pasando frío o lloviendo”, explica García-Donas. Utilizan diferentes técnicas de larga exposición, con el empleo principalmente del lightpainting, “consiste en pintar elementos de una escena con iluminación artificial, con linternas, flashes o encendiendo lana de acero.

Los resultados son sorprendentes y originales”, indica David Gil. En su primera muestra, se puede disfrutar de espacios más conocidos como la Creu Coberta de Sorita o Saranyana en la Todolella. A ellos, se suman enclaves fantásticos, pero que desconocen hasta los lugareños, como la Torre de los Moros de Cinctorres, la ermita de Santa Àgueda de Vallibona o la barraca Calces Blaves de Vilafranca. Para el futuro, estudian colaborar en distintos proyectos con la UJI, entre otros.

Fotos fetes a Castellfort, Herbers, Palanques i Sorita

José Manuel Serret Jovaní, el major coneixedor del terme de Vallibona

No és exagerat dir que Josep Manuel Serret Jovaní és el millor coneixedor del terme municipal de Vallibona, tot i que és el d’aquesta població d’Els Ports un dels més grans de la província de Castelló. Es per això que hem volgut conversar amb ell perquè ens conte alguna cosa i és que ell ha recorregut una i altra vegada pam a pam cadascú del racons de l’ escarpat terme vallibonenc.

Aquesta afició per caminar li ve de família, li la va inculcar el seu iaio. Diu que “cal que hi haja gent aficionada al senderisme i conèixer bé els nostres termes perquè molta gent jove camina poc i al final es quedaran sense saber noms de racons, indrets, camins, fonts...” L'edició d’un mapa que recull tots els noms típics del terme vallibonenc va comptar amb l´excepcional ajuda de Josep Manuel, “molts noms ja s’havien perdut i ara com han quedat registrats per escrits podran perdurar, ara bé, alguns noms ja s´han tergiversat i és difícil que es recupere entre la gent l´ús del nom original, per exemple, ja pocs li diu a la Font Vella amb el seu nom, la joventut li diu Font Fresca”.

Està molt orgullós d’haver ajudat a confeccionar el mapa ja que “ha permès que la gent conega millor el terme i conega els noms, hi ha una toponímia molt rica que ara es mantindrà gràcies al mapa”.

Recórrer el terme per a Manuel és una cosa que li encisa, “ho faig molt a gust i a més em sento útil perquè ajudo per exemple a netejar alguns camins, sense que ningú m’ho mane, sempre que siga un camí públic és clar, també ajudo a senyalitzar-ne d’altres..., el meu iaio coneixia molt bé el terme i jo li he seguit les passes”.

No va tots els dies a caminar, “tres o quatre vegades a la setmana, moltes vegades vaig tot sol, llavors faig un camí curt, abans sempre tenia gent amb qui ajuntar-me, ara queda poca gent al poble fora de les vacances,  per tant surto poc amb més caminants”. No té una rutina concreta, “igual camino una com tres o cinc hores, depèn de les ganes que tinga cada dia”. No li resulta fàcil dir a quin lloc ha anat més vegades o quina ruta ha freqüentat més, “conec tot el terme, tots els masos, els he fotografiat tots, els arbres, els camins...”.  Té diversos llocs preferits on anar, per exemple el Turmell, per la magnífica vista que hi ha des del cim, “hi ha hagut anys que he pujat 14 ó 15 vegades, primer pujàvem i baixàvem pel mateix camí, últimament moltes vegades anem per Santa Àgueda, seguim el fil de la serra i després baixem per un altre lloc, és més distret així”. També li encisa la Font de la Serra, “que és una passada, és molt bonica” i a la finca del Mas de Fonollosa, hi ha un lloc des d’ on veuen les illes Columbretes, si és un dia amb atmosfera clara.

Quan  algú arriba al poble sense mapes i vol fer senderisme, acudeix directament a Manolo perquè sap que ell li tirarà una mà, assessorant-lo adequadament. De totes formes, “avui en dia, tots van ben informats, porten GPS, llavors tot i que em conviden a anar amb ells, els oriento i prou, prefereixo anar pel meu compte”.

Recorda que en més d´una ocasió ha hagut de fer funcions de “socorrista de muntanya”. Per exemple, una vegada un home va sortir de la Pobla i va arribar dalt de la muntanya de la Creu però va agafar un camí equivocat, va fer cap dalt de S. Domingo però estava tot desorientat, llavors ell va col·laborar amb la Guàrdia Civil en la seua recerca. Una altra vegada per Coratxar es va despistar una dona, se li va fer de nit en un cingle, va caure i “menys mal que la va parar un pi”. Ell mateix també ha patit algun entrebanc, per exemple fa dos hiverns se’n va anar cap al Molí Rico, “feia molt de fred, havia gelat, llavors vaig pensar que les parets del Molí estarien precioses per fotografiar-les, en arribar al riu, vaig ensopegar i vaig caure, jo i càmera, al mateix riu en vaig rentar la ferida que em vaig fer a la cama, encara que no portava ni tiretes, cosa rara en mi... em vaig recuperar bé, tant bé que finalment vaig fer la volta més llarga del que tenia previst”.

Hi ha molta varietat de rutes per fer senderisme al terme de Vallibona. Ara està molt “de moda” el senderisme amb bicicletes de muntanya, baixa una ruta des de Beseit i continua fins la Pobla de Benifassà.

De Vallibona a Morella ha anat moltes vegades caminant, així com  ha fet moltes vegades la ruta que passa pel Prigó Trencat, pegant la volta per l’ altre GR, “és una de les que més fem i també es molt recomanable la de la Font Donzella”. La de Pena-Roja de Tastavins cada set anys “és especial, llarga, bonica, està molt bé... la de tornada només l’he feta una vegada, ara estem recuperant el camí de tornada, ara no és tan bonic perquè has d’anar de Pena-Roja a Herbers, 10 quilòmetres per carretera, perquè no hi ha camí”.

J.Manuel va rebre aquest estiu el guardó L'Esquiroler de Vallibona 2016, atorgat per "Amics de Vallibona"

LA CÀMERA, SEMPRE AL COLL

Des de fa uns deu anys, no surt de casa sense càmera de fotografiar, “m’agrada molt fer fotos, passo moltes estones fent-ne, no faig excursió sense endur-me la càmera, la menuda o la gran, tinc dues Canons”. A primera hora del matí, una de les primers coses que fa és penjar al facebook alguna de les seues fotos, ja és un costum molt arrelat, “de nit no em busques, jo sóc matiner, sempre ho he sigut, ja quasi tinc com una obligació penjar cada dia ben prompte alguna foto”.

J. Manuel Serret sent llàstima per com està d’abandonada la muntanya a la Tinença de Benifassà i els Ports, “per exemple, vaig fer una ruta pel Ballestar, pel riu Sénia i els estrets del Ballestar, dins del parc natural, és una ruta no molt llarga,, bonica i allò fa pena de veure, no està gens neta, fa falta una mà de neteja... a més les rutes en general estan senyalitzades de forma molt precària, algú es podria perdre”.

Manuel sempre té el temor que algun incendi puga malmetre la rica flora i fauna de la zona, posa d’exemple un llamp que va caure  prop de la capelleta de Santa Àgueda.  “Vam veure que prenia foc, vam anar-hi i ho van  poder apagar entre dos regidors, fins que van venir els bombers i ho van banyar tot bé per evitar que revifara”. “Com no es fa res per netejar la muntanya, la natura es va apoderant de tot, abans els bancals estaven llaurats o el ramat el mantenia perfecte, ara van creixent i creixent pins, ginebres...”.

En les seues caminades, ha pogut veure una bona mostra de la rica fauna que hi ha al terme vallibonenc: porcs senglars, àguiles reals i culebreres, raboses, cabres salvatges, teixons... Potser també estaria bé que fes un “inventari” de tota la fauna que hi podem trobar, igual que ha fet amb el recull de tota la toponímia del terme. 

Les entitats del Maestrat estrenen lligams

Un Morelladon en mi ‘play station’

El patrimonio paleontológico de Els Ports es uno de los más reconocidos. Los continuos hallazgos en la zona contribuyen año a año a aumentar el impacto y la comarca, obviamente, lo agradece a muchos niveles: más turismo, más promoción... Y hasta presencia en un videojuego. Como suena.

El mayor hallazgo de la historia de la comarca, una especie de dinosaurio que habitó el área geográfica que ahora ocupa Els Ports, ha servido para dar vida a uno de los animales protagonistas de un juego para plataformas virtuales. El Morelladon se ha adaptado para convertirse en Morellatops –un híbrido entre la especie morellana y el mítico Triceratops–. El juego es el Ark Survival, y según se puede observar en varios tutoriales en la red, permite domar a uno de estos gigantes para progresar a través de los diferentes niveles del formato. Si curiosa es la historia, no menos original es la forma en la que se descubrió que el Morelladon habitaba en un videojuego.

Según confesó a EL MUNDO el paleontólogo morellano José Miguel Gasulla, fue su hijo quien un día reclamó su atención para advertirle que había un juego llamado Ark Survival en el que aparecía una variante virtual de la especie que habitó la comarca de Els Ports hace millones de años. Volviendo al dinosaurio morellano convertido en personaje de un videojuego, una ficha a la que ha tenido acceso este periódico (ver imagen) se dedica a explicar la procedencia del Morellatops. Así, se advierte que «parece ser un pariente del Morelladon y del Ceratops ».

El hecho de que se nombre al Morelladon evidencia que, efectivamente, los creadores del juego tenían constancia del importante descubrimiento que realizó la paleontología de Els Ports. Y no sólo eso, sino que decidieron darle proyección incluyéndolo en su videojuego como uno de los personajes. En la definición del ficticio Morellatops se especifica que «en la parte superior desarrolló la capacidad de almacenar agua en su joroba, como un camello», una característica, la de la joroba, por cierto, coincidente con el Morelladon. En el caso del hallazgo de la especie de Morella se especuló con la posibilidad de que la joroba sirviera para almacenar grasa para hacer frente a épocas de escasez de alimentos.

Otra de sus características de la variante del Morelladon en el videojuego es la de ser hervíboro y pasivo, rasgos también coincidentes con el que habitó Els Ports hace 125 millones de años, según los expertos. En cualquier caso, el hecho de que el Morelladon haya llegado a las pantallas de un videojuego, más allá de la anécdota, demuestra, según el propio Gasulla, la repercusión que el mundo de los dinosaurios tiene en la sociedad en general. Se han hecho películas, se han escrito libros, se han rodado incluso series fantásticas –no porque sean buenas, sino por su falta de rigurosidad científica–... Y los videojuegos, en plena era digital, también tienen un espacio para estos gigantes que se extinguieron hace millones de años.

Cuerpos convertidos en obras de arte (edició 228, desembre de 2005)