Notas para la
historia de las Fiestas de Vinaròs
Alfredo Gómez
Las
Fiestas y Feria de Vinaròs se celebran ya desde antaño. Bien por los
programas editados o por la prensa de la época podemos seguir los
diferentes actos y acontecimientos que se llevaron a cabo en los
diferentes años.
Una de las primeras noticias
escritas que poseemos se remonta al año 1876. En esa época la Feria se
celebraba en la plaza de La Mera, que había sido acondicionada como
tal a mediados de siglo por Ayguals de Izco para complementar un
espacio adecuado frente al teatro Principal, y arreglar una zona
abandonada como plaza ajardinada.
Allí se disponía la Feria con
cuatro hileras de casetas, dos en los laterales, y dos más en el
centro de la plaza al lado de un templete o tribuna que se levantaba
para la banda de música. Como excepción, en el año 1902 se colocó una
alineación de casetas en el frente mismo de las casas de la calle
Safón, deliberadamente para cerrar el paso al entonces Café de España,
con toda la mala intención de boicotear la entrada al bar, ya que allí
se daban cita los contrarios políticos a la república, cerrando
incluso el acceso a la calle de San Juan desde la plaza. La medida
tuvo tal repercusión que a la feria de las fiestas de dicho año se la
bautizó como “La Feria Cerrada”.
En esa época como es lógico no
había luz eléctrica, y como las casetas tenían mucha animación por la
noche, la Mera se alumbraba con toda una serie de faroles de teas
sobre unos soportes de madera. En el año 1893 se dotó a la Feria de
una moderna iluminación de gas, construyéndose veinticuatro arcos
metálicos con diez reverberos de luz cada uno, todos ellos adornados
con gran esplendor. La iluminación de gas llegó a nuestra ciudad en
marzo de ese año, instalándose el gasómetro en el barrio de Sant Pere,
contra la muralla. La primera luz de gas que se encendió fue la del
escudo de la ciudad en el balcón del ayuntamiento. Esta instalación de
gas se utilizó cada año para iluminar la Feria hasta que se instaló la
luz eléctrica en la ciudad, en el año 1902 y ya en la Feria siguiente
se colocaron algunas hileras de bombillas para iluminar el recinto
ferial juntamente con las de gas. Y al año siguiente, en 1903,
salieron en las fiestas de San Joan los “nanos i gegants”, (seis
“nanos” y dos “gegants”) gracias a la buena predisposición y mecenazgo
del industrial Antonio Sendra. Una tradición centenaria que había
quedado parada y que de nuevo llenaba las calles de alegría.
Como hecho remarcable cabe
destacar que en el año 1891 se inauguró la actual plaza de toros, que
sirvió desde tal fecha no solo para celebrar las corridas de ferias
sino también como espacio para todo tipo de actuaciones ya que daba
cabida a gran parte de la población de la ciudad, que no disponía de
recintos adecuados. Hasta la fecha se celebraban “toros de calle” y
alguna corrida en una plaza improvisada en la plaza de la Iglesia.
Tenemos constancia de celebración de toros ya desde el siglo XVII.
En este mismo año de 1891 se
construyó también la fuente en la plaza de la Mera que fue inaugurada
en las fiestas de dicho año con gran expectación.
Y ya dentro del pasado siglo,
en el año 1914, la atracción de las Fiestas fue un número de aviación
y acrobacia, a cargo de un matrimonio francés, los Berger. Para tal
ocasión se habilitó una pista de aterrizaje y despegue y un hangar en
la desembocadura del Servol, en el Fora Forat. Queden pues estas notas
para resaltar que las fiestas de Vinaròs han sido siempre vividas con
gran expectación y sentir popular y continúan igual de participativas.
Si en unas pasadas “fiestas”
se inauguró la Mera, y años más tarde la fuente, pues este año, si el
calendario de obras lo permite, se inaugurará la nueva Mera, que
esperemos continúe siendo el punto neurálgico de la ciudad 150 años
después.